La comunidad afrouruguaya a través de la coordinación de organizaciones y referentes reunidos para analizar los hechos de pública notoriedad, declara:

1 – Reiteramos nuestra solidaridad con Tania Ramírez y nuestra convicción de que fue víctima de un hecho de violencia física, moral y lesiones con un origen en insultos y agresiones racistas de las cuales han dado testimonio protagonistas de los hechos ante la justicia.

Si bien no fueron difundidos por videos que carecen de audio –lo que ha ocasionado confusión en la población- estas agresiones y violencia moral son el desencadenante de la violencia física que no fue respondida nunca por Tania y que jamás se hubiera producido por un simple diferendo por un taxi como se ha manejado insistentemente.

2 – Respetamos el fallo preliminar de la Justicia como corresponde, destacamos que no haya existido impunidad ante las lesiones provocadas y reiteramos nuestra convicción de que estos hechos de violencia tuvieron un origen y carácter racista que debe juzgarse de acuerdo al Código Penal, que en su artículo 149 ter, en redacción dada por la Ley 18.048 votada por todos los partidos políticos, establece con total claridad en forma textual que: “El que cometiera actos de violencia moral o física, de odio o de desprecio contra una o más personas en razón del color de su piel, su raza, religión u origen nacional o étnico, será castigado con seis a veinticuatro meses de prisión»

Consideramos necesario un protocolo de actuación con criterios claros de interpretación y aplicación de esta norma a nivel de la Policía, Fiscalía y el Poder Judicial, en base a la elaboración nacional e internacional sobre el tema, para lo cual ofrecemos nuestra colaboración respetuosa y responsable, con el objetivo de concretarlo a la brevedad.

3 – Somos conscientes de un estado de opinión pública crítico ante las circunstancias ocurridas así como de la legítima diversidad de opiniones y natural polémica sobre la valoración de los hechos, lo que consideramos una oportunidad si lo procesamos con madurez y responsabilidad colectiva.

Queremos compartir con todos los uruguayas y uruguayos nuestra convicción profunda y bien intencionada de que, lejos de cualquier polarización negativa, la sociedad uruguaya y sus instituciones del Estado, debemos hacer un aprendizaje de lo sucedido que contribuya positivamente a mejorar la convivencia colectiva en nuestro país.

 

FIRMA DE ORGANIZACIONES Y PERSONAS